En recuerdo a Toni Morrison y "etranger chez soi"
Primera parte
Si pudiéramos recoger a cucharaditas a los amigos dispersos, si pudiéramos contarnos porque estamos aquí, todavía no consientes, todavía no elegidos, con esta carga muda, estamos de paso? pero por cuanto tiempo....., estamos sin ser invitados y sin querer estar. Estamos suspendidos en la sospecha de haber venido a desplazar a otros, todavía con una identidad dudosa y a la puerta de ser castigados por no haberle hecho todas las reverencias por conseguir una nueva, estamos suspendidos a los caprichos de un Estado y del otro manejados, somos fichas de intereses, estos hilos invisibles que reduce nuestro cuerpo a una bacteria, nosotros gusanos, reductibles para ambos, soportamos esta levedad, tanta levedad, porque verdaderamente no estamos. Esperaremos aquí con la sosobra, compartiendo con gran parte de nuestra familia que parece haber elegido como por cierta solidaridad el exilio. Hilos invisibles nos atan a un pasado violento, que aun es presente, dispersos y en la margen de la sospecha, porque quien es migrante o que simplemente esta pasando por su casa para darse un hálito de vida es sospechoso de todo lo extraño, siempre bajo la sospecha del delito mas si no se le permite una identidad, bajo las condiciones de hacer algo equivocado que lo hace por obligación culpable, culpable.
Reunir la memoria de gentes y pueblos que están pasando por la misma experiencia, de tirar del mismo hilo, para narrar una vivencia semejante, un marco un hilo conductor y un instrumento color o textura, detrás seguimos encontrándonos con unos pueblos que los adopta la guerra y la pobreza, todo un bagaje de una vida resistiendo con miles de propuestas a la vida, resistiendo a una vida que por en cualquier caso, tiene la disculpa para desaparecer, que en cualquier, circunstancia esta en el frágil segundo para ser condenada, por no participar por no ser simpatizante o simplemente a perecer en una movida que no entendió -los trucos- los juegos de la explotación, de el trafico de personas, donde una parte se enriquece en la infamia y la otra, a vivir en la inopia.
Un instrumento, un lenguaje una expresión y algo que nos es común de raíz, de todos los pueblos, un tapiz es la disculpa para decir sin palabras lo que nos ha tenido en un nudo decir. un pequeño, pequeñisimo ejercicio de memoria, con el que nos aproximaríamos a entender algo de lo que tenemos en común; no creo que expresarse sea una terapia, como que una saludable disciplina de construir historia, un poco saber que un poco de realidad nos hace cocientes que aun somos libres, de recrearnos y no mostrarnos de acuerdo. Si somos todavía de la misma raza y compartiremos destino, en el mismo planeta no sera partiendo de aceptar la esclavitud como una forma de vida, hilo a hilo este cuento nos conduce y la recreamos, tendremos que resistir porque no reconocemos ninguna raza superior que no reconozca a otros como sus semejantes con los derechos a el trabajo, a la alimentación, a la educación donde quiera que este donde quiera que se encuentre, cada uno tiene el derecho de existir, de ser iluminado por el mismo sol, en cualquier parte del planeta, me declaro ciudadana del mundo y reniego de todo este orden que nos oprime con estúpidas divisiones que indica el grado de nuestra intolerancia, cada vez mas excusas para eliminar que seguramente es este, solitario quede como el único miembro de la especie que merece vivir, antes que los que se creen son los fuertes terminen eliminándose.... Si pudiéramos recoger a cucharaditas a los amigos dispersos, si pudiéramos contarnos porque estamos aquí, todavía no consientes, todavía no elegidos,,,,
Si pudiéramos recoger a cucharaditas a los amigos dispersos, si pudiéramos contarnos porque estamos aquí, todavía no consientes, todavía no elegidos, con esta carga muda, estamos de paso? pero por cuanto tiempo....., estamos sin ser invitados y sin querer estar. Estamos suspendidos en la sospecha de haber venido a desplazar a otros, todavía con una identidad dudosa y a la puerta de ser castigados por no haberle hecho todas las reverencias por conseguir una nueva, estamos suspendidos a los caprichos de un Estado y del otro manejados, somos fichas de intereses, estos hilos invisibles que reduce nuestro cuerpo a una bacteria, nosotros gusanos, reductibles para ambos, soportamos esta levedad, tanta levedad, porque verdaderamente no estamos. Esperaremos aquí con la sosobra, compartiendo con gran parte de nuestra familia que parece haber elegido como por cierta solidaridad el exilio. Hilos invisibles nos atan a un pasado violento, que aun es presente, dispersos y en la margen de la sospecha, porque quien es migrante o que simplemente esta pasando por su casa para darse un hálito de vida es sospechoso de todo lo extraño, siempre bajo la sospecha del delito mas si no se le permite una identidad, bajo las condiciones de hacer algo equivocado que lo hace por obligación culpable, culpable.
Reunir la memoria de gentes y pueblos que están pasando por la misma experiencia, de tirar del mismo hilo, para narrar una vivencia semejante, un marco un hilo conductor y un instrumento color o textura, detrás seguimos encontrándonos con unos pueblos que los adopta la guerra y la pobreza, todo un bagaje de una vida resistiendo con miles de propuestas a la vida, resistiendo a una vida que por en cualquier caso, tiene la disculpa para desaparecer, que en cualquier, circunstancia esta en el frágil segundo para ser condenada, por no participar por no ser simpatizante o simplemente a perecer en una movida que no entendió -los trucos- los juegos de la explotación, de el trafico de personas, donde una parte se enriquece en la infamia y la otra, a vivir en la inopia.
Un instrumento, un lenguaje una expresión y algo que nos es común de raíz, de todos los pueblos, un tapiz es la disculpa para decir sin palabras lo que nos ha tenido en un nudo decir. un pequeño, pequeñisimo ejercicio de memoria, con el que nos aproximaríamos a entender algo de lo que tenemos en común; no creo que expresarse sea una terapia, como que una saludable disciplina de construir historia, un poco saber que un poco de realidad nos hace cocientes que aun somos libres, de recrearnos y no mostrarnos de acuerdo. Si somos todavía de la misma raza y compartiremos destino, en el mismo planeta no sera partiendo de aceptar la esclavitud como una forma de vida, hilo a hilo este cuento nos conduce y la recreamos, tendremos que resistir porque no reconocemos ninguna raza superior que no reconozca a otros como sus semejantes con los derechos a el trabajo, a la alimentación, a la educación donde quiera que este donde quiera que se encuentre, cada uno tiene el derecho de existir, de ser iluminado por el mismo sol, en cualquier parte del planeta, me declaro ciudadana del mundo y reniego de todo este orden que nos oprime con estúpidas divisiones que indica el grado de nuestra intolerancia, cada vez mas excusas para eliminar que seguramente es este, solitario quede como el único miembro de la especie que merece vivir, antes que los que se creen son los fuertes terminen eliminándose.... Si pudiéramos recoger a cucharaditas a los amigos dispersos, si pudiéramos contarnos porque estamos aquí, todavía no consientes, todavía no elegidos,,,,
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