viernes, junio 23, 2017

una celebración

Venía de un retiro, dejaba una habitación y reunía algunas de mis cosas en el closet de mi hermana, sabía que de vuelta ella las encontraría y cargaría con las pocas que mi parte dejaba---me fui detrás del grupo con el que había venido, como en la mayoría de los sueños, algunas imágenes que parecen precisas comienzan a diluirse y los caminos a cambiar sus paisajes por otros---finalmente no encontré el bus, cuando preguntaba por los que salían hacia mi casa, me confundían y me llevaban a otro lugar…, caminando por el pueblo me acerque a una tienda y me encontré con André , estaba tras unos muebles altos , de largas vitrinas, compartimentos donde las puertas eran de cristal, la tienda estaba en una casa amplísima muy parecida a aquellas espacios coloniales que ya no se ven, se conservaba intacta… nos saludamos y al verme perdida en el pueblo, me dejó para el pasaje de vuelta, claramente me había quedado atrapada en el lugar, mi grupo me había dejado, veniamos todos en el mismo bus, mientras en un parqueadero buscaba el numero de la ruta que me había traido a este lugar, como en la mayoría de los sueños confusos, la escena se muda a otro lugar. Me despido de André y mientras tanto de la tienda sale un muchacho rubio de cerca de 18 años, me lo presenta ..tiene un nombre de músico quizá Wagner no recuerdo, pero el afirma llamarse Mozart. Sale del lugar y yo sigo mi camino. Busco la estación y la atmósfera cambia, de repente atravieso las imágenes de un dibujo animado…estoy al interior de un acuario. como quien pasa por una calle, camino al lado de unos peces hechos de un tipo de cerámica animada, ellos flotan en el espacio, o yo camino bajo el agua sin asfixiarme, sus fauces temibles, afiladas están buscando desesperadamente una presa, ellos semejan fósiles precolombinos, ellos son cuasi reales temo que me hinquen el diente, estoy en su territorio, fácilmente puedo ser presa de su furia…pero su blanco es otro, se arrebatan en odio contra un muro en el que están tallados sus dioses, de sus figuras se extienden unas armas de caza y comienzan a disparar rápidamente a quienes deberían honrar por ancestros, exterminan sus imágenes a punta de bala, la materia de la pirañas y del muro son de la misma calidad, los dioses precolombinos en alto relieve y toda la escena un dibujo animado en colores grises y tierras se ve arrasada a fogonazos, se esfuma para dar paso a otra escena, un alivio. Claramente me salve de la masacre. Probablemente para ellos era invisible. Entro a una casa, también grande y mucho más iluminada, un gran corredor donde se exhiben cerámicas y al final del corredor una mujer voluminosa, parecía salida de una obra del Caravaggio, , lleva un delantal portaba unos 70 años. está sentada sobre una mesa donde ella muestra en un atractivo orden, las vainas de habichuelas y del otro lado sus semillas al lado presenta un largo plato sacado de su fórmula milenaria, una receta sencilla que parece invitar a una auténtica delicia-, el lugar parece acoger una muestra de sabores de otros tiempos, de vieja usanza. La gran casa no parece dejar de acoger gente a todos parece ofrecerles algo, es una reunión que atraviesa épocas y culturas, fórmulas de larga tradición. Sigo caminado por un corredor, donde el aspecto del lugar parece cambiar, ellos son músicos. Hombres y mujeres en fila, cantan en una lengua cálida, memorable, sus voces venían de oriente. cantan una canción a la bohemia de sus días, están vestidos de negro, las mujeres en con cabellos recogidos, faldas a media pierna, maquilladas, alzaban una copa de vino blanco, el líquido era ámbar y su color transparente, nítido---la escena del canto era conocida, ellos la representaban, su imagen enmarcaban los años 60 y su lengua era tal vez el Yiddish o el persa ---, ….celebraban. Al final del corredor me siento entre ellos, yo también tengo un vestido negro su diseño es moderno, vengo de otro tiempo y las voces lo saben, me reconozco en ellos, llevo mi cabello suelto y despeinado como siempre, finalmente descanso entre voces de oriente. un canto bohemio, junto a los músicos. Me levanto, es un 10 de mayo, recuerdo que es el cumpleaños de André, le dedicaré a él y a Lucero estas líneas para recordarlos, de paso.

1 Comments:

Blogger tournesol said...

Vaya Magali, que viaje. Me asustaron los peces de afilados dientes, sentí el canto de gitanos al final. Senti mucha nostalgia en todo el relato, como una añoranza de tiempos antiguos. Pero Magali, tu cabello libre y suelto a la vida, tu eres joven todavia, lanzate a vivir, ama y ríe porque eso es lo que hazy, lo unico que vale la pena del esfuerzo, estas a tiempo y ese tiempo no es el otrora ni el futuro es el ahora. Un abrazo y un beso y gracias por dedicarnos a Lucero y a mi este bello sueño.

5:49 a. m.  

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