lunes, mayo 31, 2010

No queremos más al señor de la guerra.

El hombre esta a la puerta y no lo vemos.

El hombre que se presenta para parar ya cincuenta años de un peso que no es posible que continué, una centenario más de conflicto no!!. Estamos muchos sin dormir pensando que estamos en el limite de entrar en una guerra anunciada. Somos enemigos de Venezuela cuando nunca lo hemos sido, estamos enfrente de otro que nunca fue nuestro enemigo Ecuador y el odio crece y nos divide. Ya las cifras son incontables de atropellos a los derechos, desaparecidos, falsos positivos, cuantas victimas más tendremos que crear para que ese tercero que siembra la discordia se quede con lo que por derecho nos pertenece. "EL SUELO", nos desplazan, vivimos en diáspora, en la casa de otros. Le damos crédito a quien en nombre de otro país, se hace propietario de nuestros recursos y favorece a los suyos y sigue desterrando a los nuestros.

Queremos mirar en nuestro ombligo y la formula de pacificación es simple: educación + derecho a la tierra o al fruto del trabajo. Con esto viene progreso, acceso a la salud y más cosas. Estamos armados hasta los dientes para dejar una guerra interna y presentarnos a una guerra con nuestros vecinos, pero a cuento de que si no hemos solucionado lo que desde el interior de nuestro ombligo lo que menos vamos a lograr enfrentándonos con países que nunca fueron enemigos nuestros.

El hombre esta en la puerta y viene con una bandera verde. El quiere que plantemos en nuestra tierra, no solo girasoles sino el pan de nuestros días, él no ve enemigo en país vecino ve a hermanos que en el interior pueden llegar a un entendimiento, él escucha para gobernar, su poder esta en discernir, en poner a prueba la fuerza de un discurso...disuade, no obliga, tampoco amenaza; llama a la conciencia de cada uno, de cada uno que piensa "no más, la letra con sangre entra", esta vez tenemos en la mano la posibilidad que la historia se escriba con lápiz y constitución y no con sangre. NO QUEREMOS MAS AL SEÑOR DE LA GUERRA.